Boon Island por Fran Sanabre


Un domingo más tenemos un nuevo relato de nuestro amigo Fran Sanabre @faroabandonado. Se trata de una historia verídica. Así que, si queréis conocer lo que sucedió hace unos siglos, acompañadnos a -Boon Island-, un faro aislado en Maine.

BOON ISLAND

No me parece el nombre más apropiado para el escenario de hechos tan macabros, donde el frío, el hambre y la locura, fueron los protagonistas. Hablo de Boon Island, o Isla Bendición. Y claro, su faro.

En 1682, el Increase naufragaba en este pequeño y yermo banco de arena, obligando a sus cuatro tripulantes a sobrevivir durante un mes a base de pescado y huevos de aves marinas. Fueron rescatados gracias a sus señales de humo, vistas desde la costa. La isla se encuentra a menos de seis millas de tierra firme y ver la salvación tan cerca y, a la vez tan lejos, no debió ser fácil, pero los marineros soportaron estoicamente hasta su rescate a manos de los indios del monte Agamenticus.

No tuvieron un comportamiento tan ejemplar los tripulantes del Nottingham Galley, encallado en el mismo lugar años más tarde, en 1710. Para sobrevivir al duro invierno se vieron obligados a comerse unos a otros.

Había que construir un faro. Un siglo después se levantaba orgulloso el más alto de todo Maine y Nueva Inglaterra, pero los problemas no cesaron. Los fareros duraban poco, abandonando aquella desolada isla para no volver. Sólo uno tuvo la entereza de permanecer en su puesto, William C. Williams, quien además lo hizo durante 27 años, muriendo anciano pasados los 90. Todo esto parece suficiente para declarar maldito este lugar, pero he guardado lo mejor para el final.

En mi trabajo de investigación he encontrado varias versiones de lo que voy a relatar, no siendo ninguna concluyente. Por ejemplo, el nombre de nuestros protagonistas no figura en el registro histórico del faro, así que serán omitidos. Hablo del farero muerto y su esposa enloquecida. En el siglo XIX, en medio de una tormenta durante un duro invierno, el cuidador de Boon Island Light ató una cuerda a su cintura para salir de la casa y atender el faro. La mujer, tras tirar con sacrificio de la cuerda para recuperar a su marido, sólo encontró el cadáver congelado del farero al otro extremo. Ahora es cuando la historia se vuelve todavía más macabra. Se acostó en la cama junto al cuerpo sin vida, alternando su peculiar velatorio con los trabajos de la torre, y así permaneció cinco días, cuidando la luz y durmiendo con un muerto. Al quinto día, unos pescadores divisaron el faro apagado y se acercaron a inspeccionar. Encontraron a la mujer en la cama junto a su esposo. Dicen que ella murió pocas semanas después debido al frío, pero que sigue empeñada en terminar el trabajo que el farero dejó a medias, encendiendo luces y sirenas, custodiando el faro. Así que, cuando pienses en el sacrificio de esos hombres, los guardianes de la luz, no te olvides de sus esposas. Ellas también los tienen bien puestos.

«Se llamaba Rue» por Fran Sanabre


Es domingo y nuestro amigo Fran Sanabre @faroabandonado nos ha enviado un nuevo relato. Se trata de una historia espeluznante. Así, que si queréis estremeceros acompañadnos a -Heceta Head-, un pavoroso faro en Oregón.

HECETA HEAD

Se llamaba Rue. Al menos ese es el nombre que un grupo de jóvenes obtuvieron tras jugar a la Ouija en el faro de Heceta Head.

En un acantilado de la costa de Oregón se erige este hermoso faro. Allí vivía su cuidador junto a su esposa y su hijo hasta el fatídico día en que sufrieron la mayor pérdida que puede golpear a una familia.

Junto a los árboles cercanos hay una pequeña tumba sin marcar, la del pequeño niño que desapareció y murió ahogado. Sí alguien osara cavar no encontraría cuerpo ni ataúd, sólo tierra y barro.

El fantasma de la mujer permanece en el faro buscando a su hijo sin descanso. Se la ha visto pasear con un vestido oscuro y el cabello largo y cano, haciendo su ronda cada noche. No le gustan los visitantes y mucho menos los cambios… Una vez fueron a pintar el faro, pero los operarios no tuvieron su aprobación y lo hizo saber activando la alarma de incendio. Los hombres quitaron las baterías, pero la alarma siguió sonando.

Así que si visitas Heceta Head no cambies nada de sitio, presenta tus respetos ante la pequeña tumba vacía y no molestes a Rue. Ella no es malvada, sólo una madre que busca a su hijo.

Buenas noches.

Visión introspectiva de un faro por Fran Sanabre


Os presentamos una nueva e interesante colaboración. Contamos con la participación de Francisco S. A., aunque a él le gusta firmar con el acrónimo Fran Sanabre. De Las Palmas de Gran Canaria, como buen isleño no puede vivir sin el mar. Ama la literatura y escribe por diversión, con humildad y sin pretensiones. También ama los faros y un día juntó ambas pasiones en un breve relato. «¿Y si dieran de baja un faro en un remoto islote y dejaran abandonado al farero?» pensó. La idea le resultó trágica, pero en toda tragedia se atisba romanticismo. Y más si hay un faro.

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Faro de Talacre en Gales

Mi Faro

Soy farero en un faro abandonado. Por esta vieja ruta ya no navegan barcos. No llegan provisiones, ya me han olvidado, y como lo que pesco y me remedio sin tabaco. Enciendo la luz cada noche, que ya no alumbra a ningún lado, que no cobija ni da amparo, que es fría, que muere, olvida… <<Por la mañana la apago>>, pienso desconsolado. No duermo, estoy delgado, ya ni leo, ni sueño, ni hago, ni maldigo y enrabieto, ni soy feliz ni enfado. Quiero olvidar a todos, mi familia, mi pasado, quiero olvidar porque duele, y duele que duela, y duele no ser más fuerte para no sentirme desgraciado. Ojalá fuera listo, ojalá hubiera estudiado. Ojalá no fuera un loco, no estaría solo, hablando solo, sólo porque ni libros me quedan que, de frío y locura, los he quemado. Escribo un mensaje en una botella que lanzo con fuerza al mar bravo, mar bravo que la devuelve a la playa donde mi faro. Náufrago a propósito por la vida que he tomado, pero a veces sueño que avisto la luz de un barco.

Fran Sanabre ha creado hace poco un blog llamado «Cuentos del Purgatorio». Desde esta página os animamos a que lo sigáis para poder disfrutar de sus relatos.

 https://cuentosdelpurgatorio.blogspot.com/

Feliz Año 2022


Un año más y desde este blog losfarosdelmundo.wordpress.com volvemos a desearos un Feliz Año 2022.

Seguimos hablando del COVID, aunque ha habido mejoras con respecto al año pasado puesto que la vacuna ha mermado la capacidad de desarrollo del virus pero desgraciadamente éste muta y volvemos a la casilla de salida. Deseamos poder retomar la normalidad en breve, pero mientras eso ocurre sigamos disfrutando de los maravillosos faros que hay por todo el planeta.

Feliz Año Nuevo

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Desde Happisburgh lighthouse en Inglaterra nos felicitan el año nuevo

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El phare de la Coubre en Francia también se suma a la celebración